Yo me Otoño
Me Otoño en mi.
Vuelvo a la calma, a los pies a cubierto, al orden, al hogar, a la manta en el sofá, a los domingos de libro o película, al atardecer rojo a media tarde, a olor a tierra mojada, al echar de menos el mar.
La estación a la que llegué al mundo, la estación que me vio llorar roja del esfuerzo de salir a la luz, del miedo a enfrentarme a la vida.
Porque a la vida me daba miedo.
Me faltó amor propio, me faltó foco, me faltó creer en mi, me faltó decisión, me faltó atreverme, me faltó abrir mi mente a la posibilidad, me faltó responsabilidad.
No era perfecta. No lo soy.
No lo quiero ser.
En Otoño siempre vuelvo a renacer, a conectarme, a mirarme, a enfocarme.
A volver a empezar.
Me deshago de lo que ya no soy, de lo que ya no necesito, de lo que ya no me sirve.
Y me vuelvo a empezar.
Me gusta el Otoño porque me devuelve la calabaza, las cremas de verdura, las uvas, el boniato.
Me gusta el Otoño porque me devuelve el orden, la revisión de lo que quiero y por consecuencia a mi.
Otoño para soltar, conectar y enfocar.
Y tú ¿te otoñas?