Bailo Sola
Me hago fotos para estar mejor.
Deshago el armario para volverlo a ordenar.
El orden me da placer, de ese que te recorre la espalda con un escalofrío.
Recibo premios imaginarios en la ducha, y doy un discurso a las pastillas de jabón.
Muevo los muebles de sitio continuamente.
Me maquillo para estar conmigo.
Escribo en 3 diarios.
Me cocino muy bonito.
No me suelo peinar.
Bailo sola frente al espejo como si no hubiera un mañana. Lo hago desde que tengo uso de razón. Recuerdo que a los 20 que en cuanto mis padres salían por la puerta los viernes por la tarde para irse de fin de semana, me abría una cerveza y bailaba hasta sudar por las rodillas.
Siempre he sudado por las rodillas, y por los codos, no me preocupa, es de familia, a mi hermano también le pasa.
Mi hermano y yo nos llevamos casi 9 años y somos dos personas muy distintas, se que, si no fuéramos hermanos, la vida no nos habría presentado. Pero a nuestra manera, somos buenos hermanos, de hecho, en algunos momentos importantes de mi vida, en esos en los que estuve más perdida que nunca, el fue mi gran apoyo, y sé que yo lo fui en algún momento difícil para él. Le admiro, es inteligente, perseverante y tiene una forma de ser valiente que siempre he envidiado.
La verdad es que le he envidiado en muchos aspectos.
Es un hombre consciente e inconformista, que siempre ha buscado algo, que yo no sabría definir, pero que le ha mantenido siempre activo a unos niveles que a mi me aturden. Siempre lo recuerdo frente a un libro, un artículo, un ordenador. Ha recorrido gran parte del mundo aportando a la ciencia y al mundo con todo su trabajo y su tiempo. Ahora es padre y le veo soltar tiempo de sus investigaciones para dárselo a su hija, sé que ella le ha cambiado y a mi aún me gusta más.
Pero él no baila frente al espejo, seguramente no ensaye en la ducha los discursos de los premios que sí que le dan, no le da importancia al aspecto de su plato, y seguramente tampoco mueva muebles por gusto ni reordene su armario.
No me lo imagino meditando sentado en un zafú con las manos en busca del mudra perfecto. No creo que tenga necesidad de mar una vez al mes, ni que recoja hojas raras de la naturaleza para guardarlas en uno de sus 3 diarios, no creo que nunca haya tenido un diario, ni un pijama de esos que te encanta ponerte para tirarte al sofá a solas y comer chocolate mientras ves “Come, Reza y Ama”. No se si entiende mi Arte, pero lo apoya y lo respeta. No conoce a Borja Vilaseca ni a Ana Albiol.
Él es perfecto tal y como es.
Igual que yo.
Gustarme ha sido mi mayor logro.
Y Bailar sola delante del espejo me lo recuerda siempre.
Y tú, ¿Qué haces cuando nadie mira?
