Ganar dinero es fácil
Lo difícil es:
Permitirte hacerlo.
Ser jodidamente Valiente.
Desaprenderlo casi todo.
Volverlo a aprender.
Ser creativa con tu trabajo y con tu vida.
Sentirte merecedora.
Inventarte la forma de ofrecerte al mundo.
Aceptar tus talentos.
Amar tus debilidades.
Conocerte.
Darte bombo.
Mostrarte real, las caretas no se sostienen.
Integrar el emprendimiento con el resto de tu vida.
Cultivar la disciplina.
No aborrecer la disciplina.
Aprender sola a encajar los fracasos.
Aprender sola a tener éxito.
Volverte a levantar al día siguiente para seguir.
Planificar estrategias.
Entender que tienes que tener estrategias.
Soltar la utopía del emprendimiento.
Sentir terror por no llegar a todo.
Organizarte muy bien.
Ponerte horarios.
Creer en ti, incluso cuando nadie cree.
Escribir hasta cuando la inspiración te ignora.
No dejar de formarte a pesar de tu síndrome del impostor.
Invertir en tu negocio.
Invertir en ti.
Convertirte en una buena profesional sin jefa que te abale.
Tomar todas las decisiones.
Aceptar el orden como tu legítimo compañero de vida.
Ponerte delante de ti misma a cada nuevo paso.
Encajar las bofetadas del ego.
Saber decir “sí”
Saber decir “NO”
No bajar la guardia.
Ser humilde para empezar.
Ser humilde para triunfar.
Acordarte de parar.
Permitirte fallar dos miércoles seguidos a tu newsletter.
Trabajar para tres clientes como lo harías para mil.
Seguir con el resto de tu vida.
Agarrarte a ti, cuando todo se tambalea.
Vivir en la incertidumbre.
Trabajar sola.
Darlo todo siempre.
Perdonarte los errores y aprender de ellos.
Pedir ayuda.
Ofrecer tu trabajo.
Ser creadora, revisora, tomadora de decisiones.
Poner valor a tu talento.
Poner precio a tu trabajo.
Que no te depriman los regateos.
Saber rodearte de quien comparta o acepte tus inquietudes.
Amar tu Arte con sinceridad y humildad.
Aceptar que no le gustas a todo el mundo.
Emprender es fácil, lo difícil es ser emprendedora.
No lo cambio por nada, este es el estilo de vida que lucho y defiendo cada día, no quiero otra forma de aportar valor al mundo, pero es un camino difícil, así que, la próxima vez que des por hecho mi “buena vida” o la de tiempo libre que tengo para ocuparme de lo que sea que nos acontece, recuerda dos cosas:
La lista incompleta de mas arriba con la que lidio a diario, y que, si te gusta mi estilo de vida, tú también puedes hacerlo. Solo tienes que tomar la decisión. Yo, te apoyo.
Querid@ emprendedor@, lo estás haciendo bien.
Sigue.